Mauricio Rodríguez
Anza posee
un profundo sentido de exploración hacia la revaluación de la
forma en el contexto arquitectónico mexicano. Su revisión sobre
la condición de la arquitectura moderna mexicana propone un diálogo
entre el espacio exterior e interior.
El
principal interés de su trabajo reciente consiste en examinar el
dibujo en su representación tridimensional, mediante dibujos tectónicos
que han ido evolucionando hacia lenguajes específicos con una
correspondencia física. Esta dinámica lo ha conducido a la
realización de instalaciones que empiezan a tratar con un espacio
tridimensional con la intención de desarrollar un nuevo
vocabulario para formatos grandes.
La
deconstrucción arquitectónica que presenta Mauricio Rodríguez
Anza en “Summons” consiste en separar los planos arquitectónicos
que conforman el aspecto de las sus fachadas ( una articulación
estructural que empieza a ser usada como una manera de decodificar
la arquitectura de sus arraigadas tradiciones con respecto a
iconos que proponen entradas principales, el frente con respecto a
la parte posterior, etc., convirtiéndose cada vez en más
referencial) en una voluntad de remover las máscaras que han
tratado de esconder la materia de la arquitectura moderna, es
decir, su estructura.
En
“Summons” el sistema de formas es sugerido y utilizado de
diferentes maneras a partir de un módulo estructural que explora
las posibilidades evolutivas que los formatos de composición
tienen en relación a la estructura en apoyo a un mejor
desenvolvimiento de una edificación. Las diferentes lecturas que
propone Rodríguez Anza (armaduras, páneles y apoyos gráficos)
son una reflexión sobre las posibilidades protagónicas de sus
componentes. Asimismo, la pieza propone elementos identificables
para su aplicación en edificios o comunidades integrales.
Si
el trabajo anterior de Rodríguez Anza hablaba de una arquitectura
evolucionable apoyada en la idea de replantear y rejuvenecer los
edificios para buscar su mejor desempeño, en “Summons busca
además, relacionar un sistema de símbolos arquitectónicos con
los movimientos impredecibles de la economía moderna, sujetos a
contracciones y expansiones sobre las cuales -dice el autor- no se
ha desarrollado una arquitectura adecuada que reaccione de manera
paralela. La correspondencia entre el lenguaje arquitectónico y
el financiero propicia la evolución de un edificio con respecto a
la vitalidad de quien lo ocupa o reutiliza.
Así,
los módulos estructurales que conforman la instalación arquitectónica
“Summons” estarán sujetas a las especulaciones financieras
contemporáneas pero, a decir del arquitecto Gabriel Esquivel,
profesor de la Universidad de Columbus en Ohio, “permitirán la
existencia de programas cruzados. Estos programas no serán
simbolizados ni jerarquizados por la representación del uso de
planos diferentes, colores o materiales. Esta nueva
desmaterialización dentro del contexto mexicano, así como su
demarcación tectónica son el único código programático y de
materialidad, convirtiéndose en un intento de proponer nuevas
direcciones en la arquitectura mexicana al revisar los principios
básicos de la modernidad. Para mí esto representa una posición
extremadamente valiosa.”
Museo
XTeresa. Octubre 1998.
Otros
sitios sobre Mauricio Rodriguez Anza:
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